Historia de Alrosa

Descendiente del primer Hokage, Hashirama Senju, Alrosa heredó desde su más tierna infancia el poder de este para dominar el elemento Mokuton. Viviendo alejando de la aldea de Konoha, desde muy joven, sus padres le enseñaron a dominar este raro elemento, siempre exigiéndole más de lo que el ninja podía soportar.
Un día, Alrosa estaba realizando un durísimo entrenamiento bajo la estricta mirada de su cruel y tiránico padre cuando tropezó y cayó. Al instante, su padre empezó a gritarle y a reprenderle. Incluso se atrevió a coger un palo y darle varias veces en la espalda. Antes de un último golpe, Alrosa perdió el control sobre sus propias acciones, y una liana salió del suelo y sujetó fuertemente la mano del padre de Alrosa. Este le ordenó que lo soltara inmediatamente, pero Alrosa ya no le escuchaba. Otras lianas agarraron el brazo libre y las piernas del padre de Alrosa, y una última comenzó a darle latigazos en la espalda, como él hacía con su hijo. Los golpes eran tan fuertes, que el padre acabó muriendo por el dolor. Cuando Alrosa volvió en sí, no recordaba nada de lo ocurrido, y, al ver el cadáver de su padre, sintió en su corazón que el era el culpable, por lo que huyó de su casa en dirección a Konoha, la aldea que fundó su idolatrado antepasado, donde esperaba tener una segunda oportunidad.